La importancia de la confianza

LA IMPORTANCIA DE LA CONFIANZA

Es importante tener confianza en nuestro periquito y, al mismo tiempo, que él tenga confianza en nosotros. Si el periquito es papillero o lo hemos criado nosotros desde pequeño es mucho más fácil que exista una confianza mutua entre ambos. Pero, si el periquito es salvaje, ¿hay alguna probabilidad de que tenga confianza en nosotros?

Sí, con tiempo y constancia todo se puede conseguir. Si el periquito nos ve habitualmente, sabe que nosotros le damos agua y comida fresca todos los días, le hablamos con una voz pausada y suave y cuando metemos la mano en la jaula lo hacemos de manera delicada, entre otras cosas, el periquito irá confiando en nosotros y poco a poco se dejará de asustar y revolotear por la jaula cuando nos vea.

¿Qué conseguimos o por qué queremos que nuestro periquito tenga confianza en nosotros? Es importante que nuestro periquito se sienta a gusto y en un ambiente tranquilo bajo nuestra presencia. Que cuando estemos delante de la jaula y de él, no se sienta retraído, y haga su vida; que coma, beba o regurgite.

El periquito necesita unos cuidados y como parte de ello es fundamental la desparasitación externa e interna del animal. Para desparasitarlo externamente hay que cogerlo y, previo a esto, meter la mano en la jaula. Si el periquito es muy asustadizo y se pone a volar por la jaula puede hacerse daño en un ala o en una pata. Para las revisiones anuales también hay que cogerlo para meterlo en el trasportín y, por lo tanto, nos encontramos en la misma situación antes mencionada.

Cuando nos encontramos en época de cría y tenemos una pareja con nido es muy importante la revisión diaria y limpieza semanal del nido. Seguramente habéis escuchado alguna vez eso de: “si tiene huevos o pollos no molestes mucho a la hembra que abandonará el nido”. Puedo deciros que, en los 3 años que llevo criando periquitos, solo me ha pasado una vez y ha sido justo en esta temporada, 17/18. Ha sido una periquita que llegó volando este verano y después de buscar sus dueños durante un mes y medio y al no tener anilla, decidí desparasitarla y quedármela. Ahora estoy trabajando con ella la confianza mutua entre nosotros y comprobar así, en su segunda puesta, que esta vez no me la abandonará. Tengo muchas esperanzas puestas en ella y en nuestro trabajo.

Volviendo al tema de la cría, para mí, y creo que para cualquier buen criador, es fundamental la revisión y limpieza de nido y jaula. Cuando mis hembras están poniendo, me gusta revisar el nido cada dos días, es decir, el día que toca poner el huevo, para ver que ha ido bien y no ha habido ningún problema con el huevo. Cuando ya tengo pollos, la revisión es casi diaria. Cuando son primerizas incluso me gusta ver el nido por la mañana y por la tarde, para ver que los pollos tienen buche y los padres les dan de comer. Además, cuando algunas de mis parejas tienen pollos me gusta ponerle diariamente pasta de cría. La bizcochera es interior y para eso he de meter la mano dentro de la jaula y, si puedo evitar que mis periquitos se asusten y revoloteen por la jaula, mucho mejor. A los días del nacimiento de los pollos hay que anillarlos y, para ello, debemos coger uno a uno los periquitos y ponerle la anilla. La madre debe estar tranquila y confiar en nosotros, sabiendo que después dejaremos a sus pequeños en el nido.

Cuando en una nidada salen varios pollos (más de cuatro), nos daremos cuenta de que conforme van creciendo, la suciedad del nido es cada vez mayor y más frecuente. Por esto, hay que limpiarlo a menudo. Para limpiarlo hay que descolgar el nido y dejar a los pollos en un trapito o cuenco, siendo conscientes de que el cuenco es apto para que no se salgan y se puedan caer. A continuación, raspar el nido todo lo que podamos y volverlo a poner en su sitio con los pollos dentro.

Por todo esto, para mí la confianza entre nuestro periquito y nosotros es fundamental y hay que trabajarla diariamente. Este artículo está escrito desde mi experiencia profesional, espero seguir trabajando con estas maravillosas aves y poder seguir aprendiendo de ellas mucho más.

Por Cristina Córdoba Ramos (Hobby Cris).